XXVI ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN INCIDE
Iniciando presencia a favor de los DDHH en el Estado Sucre
El 14 de abril de 1.989, a dos meses
del Caracazo, hace 26 años nacimos como
Vicaría Episcopal de Derecho y Justicia, bajo la protección de Mons. Alfredo
Rodríguez Figueroa, para la época Obispo de la Diócesis de Cumaná. Con el apoyo
de agentes pastorales de la Diócesis iniciamos presencia en los municipios Sucre,
Montes, Ribero, Cruz Salmerón Acosta, Bermúdez, Cajigal y Valdez a finales del
año 89, pudiendo constatar la situación de pobreza y abandono de pueblos y barrios sucrenses.
Con el apoyo del Abg. Leopoldo
Amundarain, pusimos en marcha el programa de Derechos Humanos en una doble modalidad: atención individual a la víctima y servicio de asesorías o clínicas jurídicas comunitarias
en los municipios antes mencionados.
Progresivamente en apoyo a los afectados promovimos un conjunto de
acciones reivindicativas globales por el derecho a la tierra,a la vivienda, por
los derechos civiles y políticos. Paralelamente al servicio de asesoría legal,
también animamos múltiples acciones de formación y organización
comunitaria, con la finalidad de favorecer que la gente asumiera de
manera progresiva la defensa de sus derechos.
En el año 91 en pro de mejorar el
nivel de vida de campesinos y pescadores creamos el programa de empresas comunitarias
dirigidas a la post-producción, creación de centros talleres de capacitación de
jóvenes adultos desescolarizados excluidos del sistema formal de educación,
etc. con el fin de favorecer oportunidades de crecimiento en dignidad humana y
mejoramiento de la calidad de vida de la población sucrense.
Énfasis en el Derecho a la Participación
En el año 1997, antes de que se
pusiera de moda hablar de “participación protagónica” y “poder popular”priorizamos
el derecho político a la participación ciudadana, convencidos de que
solamente la ciudadanía organizada puede hacer exigible y sostenible la
vigencia real de todos los derechos humanos. A partir de la promulgación de la
Constitución Nacional, año 1999, en base
a los artículo 62 y 132 de la
Constitución, reafirmamos el deber institucional como Incide de continuar facilitando la generación de las condiciones
más favorables para la práctica de la participación ciudadana, y el deber
personal de quienes trabajamos en participar
solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los
derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz
social
Presencia actual
Actualmente acompañamos a los municipios: Arismendi, Bermúdez; Bolívar, Libertador,
Mejía y Sucre en acompañando procesos de crecimiento de ciudadanía e incidencia de
asuntos públicos con criterios de
equidad, nuestra
preocupación es favorecer que estos espacios sean eco
de amplitud y pluralidad cuidando en lo
posible la presencia igualitaria de
mujeres y varones sin distingos de ninguna naturaleza para que juntos caminen y
se apropien de mecanismos deexigibilidad e incidencia pública.
Desde la instancia promotora de
ciudadanía, de cada parroquia o municipio, se está comenzando a
ejercitarciudadanía poniendo en práctica la organización de Asambleas
ciudadanas consensuadas y uso de derechos de palabra ante la Cámara
Municipal y Alcaldía.En algunos municipios,se ha consensuado
una
visión compartida de desarrollo sostenible de la ciudad o del municipio,
y se ha presentado a las autoridades municipales exigiendo ser tenida en cuenta en la elaboración del plan de desarrollo local y en la aprobación
del presupuesto municipal.
En el Municipio Sucre, desde hace dos
años hemos propiciado el surgimiento de una plataforma de Organizaciones
Civiles y particulares que formule propuestas destinadas a mejorar la vida en la ciudad de Cumaná primogénita, próxima a sus 500
años en la búsqueda de nuevos espacios de autonomía ciudadana.
Agradecimientos
Hoy, agradecemos el esfuerzo
voluntario de sucrenses que se han sumado a esta causa de consolidar una Ciudadanía
consciente y están intentando multiplicarla en sus propios lugares, la mayoría
son personas que han puesto en primer lugar su sentido de pertenencia
comunitaria antes que sus afiliaciones, militancias o simpatía partidistas
disponiéndose a promover en sus propios lugares esta apuesta por mejorar la vida
de todos sin distingo alguno.
¡A todos, mil
gracias por su confianza y por su terca esperanza!