DOS NIÑOS Y UN PERRO

-¡Qué pena!

En el bullicio de una noche del sábado, íbamos en grupo caminando y vimos a dos niños y un perro buscando comida en un improvisado basurero. El perro ladraba y rompía con su hocico las bolsas. Los dos niños, Juan y Jesús, conversaban mientras escarbaban el basurero.

Jesús, animoso, retaba a Juan. - Vamos a ver quién encuentra un bistec.-

Juan con burla le contestó. - Lo más seguro es que encontremos un gato muerto. Jajaajajaja.

Con brillo de alegría en sus ojos, Jesús exclamó: -Bueno, yo encontré una lata de diablito que no se comieron. .. -.Y también Juan encontró algo. - Aquí hay una hamburguesa, pero la salsa sabe mal, está dañada.-

- Cómetela-, dijo Jesús,- porque si no consigues nada, no comerás hoy.

El perro ladraba sin encontrar nada. Se iba desesperando. En ese desperdicio sólo había bombitas, toallas sanitarias.

Los niños se reían del perro y exclamaban: -iQué pena, pura basura!-

Juan con voz emocionada dijo: - Aquí, en esta bolsa parece que hay algo bueno-. Pero Jesús le respondió con aire pesimista: - No chico, la situación está mala hasta en los basureros-.

Marisol Villegas.

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