Tener la oportunidad de aproximarse al texto fundamental de nuestro país para poder detenernos en su fundamentación desde la óptica de los Derechos Humanos fue lo que ocurrió en la mañana del sábado 30 de mayo del 2009 en el taller de “Los Derechos Humanos en la Constitución de La República Bolivariana de Venezuela”.
Una constitución fundamentada en el Estado Social de Derecho, que legitima el interés por el orden social justo y tiene como principio aplicar la igualdad desde la equidad, tomando en cuenta la desigualdad social y buscando el disfrute real y efectivo de los derechos fundamentales para cada vez mayor número de ciudadanos, expone definitivamente su carácter inclusivo y diferencial con respecto a las constituciones pasadas.
Una de las reflexiones más contundentes expresadas por los 40 participantes del taller, fue que a pesar de que como venezolanos poseemos una normativa de avanzada en materia de Derechos Humanos; en la vida cotidiana la práctica de estos derechos se encuentra muy debilitada, constantemente somos participantes de violación de derechos por parte del Estado. ¿Qué hacer al respecto?, es la gran interrogante que se plantea, empezando desde nuestros espacios más cercanos, las comunidades donde habitamos, hasta encontrarnos con el territorio ampliado, los municipios, los
estados, el país.
No existe una formula predeterminada, pero si nos queda claro que el camino a recorrer debe iniciarse desde nuestra concientización, desde la participación ciudadana; una ciudadanía organizada, autónoma, protagonista capaz de exigir el cumplimiento de sus derechos.
El hecho de que exista una normativa que contemple los derechos humanos, significa un gran logro, la normativa es la expresión de conquistas en un contexto y un momento histórico dado, pero no debemos olvidar que al mismo tiempo reduce los derechos, es decir, los derechos son innatos al ser, y son nuestros por encima de cualquier ley o convenio internacional. Las leyes se convierten en una escalera para lograr acceder a una vida más digna, siempre que sea desde el respeto a los derechos humanos.
Una constitución fundamentada en el Estado Social de Derecho, que legitima el interés por el orden social justo y tiene como principio aplicar la igualdad desde la equidad, tomando en cuenta la desigualdad social y buscando el disfrute real y efectivo de los derechos fundamentales para cada vez mayor número de ciudadanos, expone definitivamente su carácter inclusivo y diferencial con respecto a las constituciones pasadas.
Una de las reflexiones más contundentes expresadas por los 40 participantes del taller, fue que a pesar de que como venezolanos poseemos una normativa de avanzada en materia de Derechos Humanos; en la vida cotidiana la práctica de estos derechos se encuentra muy debilitada, constantemente somos participantes de violación de derechos por parte del Estado. ¿Qué hacer al respecto?, es la gran interrogante que se plantea, empezando desde nuestros espacios más cercanos, las comunidades donde habitamos, hasta encontrarnos con el territorio ampliado, los municipios, los
estados, el país.No existe una formula predeterminada, pero si nos queda claro que el camino a recorrer debe iniciarse desde nuestra concientización, desde la participación ciudadana; una ciudadanía organizada, autónoma, protagonista capaz de exigir el cumplimiento de sus derechos.
El hecho de que exista una normativa que contemple los derechos humanos, significa un gran logro, la normativa es la expresión de conquistas en un contexto y un momento histórico dado, pero no debemos olvidar que al mismo tiempo reduce los derechos, es decir, los derechos son innatos al ser, y son nuestros por encima de cualquier ley o convenio internacional. Las leyes se convierten en una escalera para lograr acceder a una vida más digna, siempre que sea desde el respeto a los derechos humanos.
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