Ha sido un proceso lento, pero de pasos firmes, en donde la constancia, solidaridad y la apropiación de elementos importantes para el crecimiento en ciudadanía han sido las características más sobresalientes de este acompañamiento; así lo demuestran sus moradores, descendientes indígenas Chaimas de la zona.
Afloraron testimonios que reflejan las necesidades que tienen y el cansancio de ser utilizados por el proselitismo, por las falsas promesas, por la ayuda sólo en momentos de elecciones. Pero también se hizo presente la voz de los que empiezan a fortalecer su conciencia comunitaria, escuchamos gente que antes de iniciar la formación con INCIDE no se atrevían a hablar en público, hoy en día demuestran tener esa fortaleza, han ganado en autoestima, en conocimientos y en acciones que favorecen poco a poco el convivir de su comunidad.
Lo que definitivamente queda claro, es que nadie puede salir de la pobreza si no se organiza, nadie desde afuera podrá hacer mayor cosa si la gente de las comunidades no reconoce sus potencialidades, no valora su identidad. Si no nace la fuerza desde el núcleo de las comunidades para exigir desde la perspectiva del derecho humano a vivir una vida digna, difícilmente se podrá avanzar. Así quedó demostrado en Peña del Mango con los 23 participantes adultos, más los niños y niñas de la comunidad que asistieron a un encuentro que se convirtió en una fiesta por la vida!